lunes, 9 de diciembre de 2013

HISTORIA DE UN SUEÑO PARTE 2


Una vez consolidada la mediterranización de la cocina de El BullI, viene una época de cambios. Cambios en el menú, cambios en las técnicas, cambios en los conceptos,  Ferrán Adrià, es sinónimo de cambios. De creatividad.

Los cambios en la estructura del menú consistieron  en la implementación de las “tapas” que permitían al comensal probar muchas cosas en pocas porciones, otro de los cambios importantes dentro de El Bulli fue el clásico carrito de postres, al que Ferrán se resistía substituirlo. La nueva propuesta  fue llevar  la mesa los postres emplatados desde la cocina, incluso en el año 92 se implementa la primera carta de postres en El Bulli, si bien el creador, innovador de estos cambios fue Ferrán, la importante colaboración  de su hermano Abert, fue clave para estas nuevos “conceptos” 

Este cambio se dio por efecto de la búsqueda incesante de  encontrar nuevas formas de crear platos, probablemente el viaje de él junto a Juli Soler hacía Francia, provocan en él una nueva corriente de aire  fresco en su mente, es así, que Ferrán determina dos formas de crear platos; la inspiración y la adaptación, elementos que serán claves en los siguientes años.

El cambio en su forma, estilo, o si querernos en su técnica de cocinar, conlleva al surgimiento de la nueva cocina española, manteniendo su línea del respecto a los ingredientes y de lo tradicional autóctono de la cocina española. El “concepto” de la nueva cocina de Ferrán se da parte por accidente parte por estudio y  en mayor parte por hacerse algunas preguntas ¿y porque no? ¿Y se prueba esto?, las claves para los “descubrimientos” de  Adrià son la curiosidad, y el análisis, de esta forma es como se interesa en las espumas.

La espuma que se encontraba en los jugos, provocaron en él un interés particular, después de muchos intentos por elaborarlas, ve en el sifón de montar crema, el instrumento idóneo para este proceso. Con esta nueva técnica vendrían muchas más como son: deconstrucción,  pluralismo, la cocina multisensorial, minimalismo, etc.

Una de las particularidades del mundo “exitoso” de El Bulli, es que a pesar del reconocimiento tanto de Ferrán Adrià como el de su restaurante dentro y fuera del territorio ibérico, constantemente tuvo problemas económicos. Quizás esas dificultades es que dieron paso al desborde de  creatividad.

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