lunes, 18 de noviembre de 2013

HISTORIA DE UN SUEÑO "FERRAN ADRIAN"



Historia de un sueño

 

”Lo que imaginamos es lo que llegamos a ser”, “Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar”, “Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo”, son quizás algunas de las reflexiones que pueden encajar al momento de adentrarnos en la historia del Bulli.

 

”Lo que imaginamos es lo que llegamos a ser”, Hans y Marketta Schilling personajes que iniciaron la historia del Bulli, en un inicio, soñaron en convertir el “chiringuito” en el mejor restaurante del mundo, un sueño  que les costó varios años, varias décadas,  en hacerlo realidad. Varias fueron las transiciones que tuvo que pasar el Bulli  para ser lo que fue. De los fiambres que se servían en el “bar del alemán”,  a la primera carta, pasando por la alta cocina francesa de  Jean – Louis  Neichel, quien les valdría la primera estrella Michelin, sin olvidarse del “salvador del Bulli” Juli Soler, y llegando a la mediterranizacion de la carta por acción del joven Ferrán Adria. Fueron muchos los traspiés, para que ese sueño pudiese cumplirse.

 

“Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar”, todas las transiciones del Bulli, llevaron consigo momentos de crisis, momentos de decisiones difíciles,  como la de aquel invierno de 1986, que les llevo a cerrar durante esa época del año, o la crisis económica en la que siempre vivió el bulli, “el Bulli nunca fue rentable – Ferrán Adria”, quizás de estos momentos difíciles que vivieron cada uno de  los cocineros que en su momento estuvieron en el restaurante, es que vieron la oportunidad de brillar en el mundo de la restauración como Ferrán Adria, que probablemente al ver el bulli sumido en una crisis económica, es que dio inicio a su “revolución” bajo el lema del chef francés Jacques Maximin “crear es no copiar”, introduciendo la cocina mediterránea a la carta del Bulli, carta que por años había seguido una influencia de la “nouvelle cuisine”. Adria, empieza a interesarse por los ingredientes, respetando y valorizando ingredientes autóctonos “los productos son buenos porque son buenos, no porque cuestan – Ferrán Adria”.

 

“Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo”, Ferrán Adria, un trabajador contumaz,  un investigador por naturaleza, un personaje que a pesar de la crisis económica, de la falta de  clientes (dos clientes un sábado por la noche), a pesar de eso, su perseverancia, lo llevaba a  trabajar, a encerrarse en un cuarto, mientras su brigada  atendía el salón, buscando nuevas combinaciones de ingredientes, nuevas formas de servir y hacer comida, dando como resultado, a inicios de los 90`s, un cambio en la forma del servir un plato,  es decir, integrando todos los elementos de un plato (guarnición,  salsa, carne) en un solo elemento. Todo aquel trabajo de años, todos los días  de búsqueda, investigación constante, le dan  en 1990 su segunda estrella Michelin, reconocimiento, más que merecido para todo el conjunto del Bulli.

 

Toda esta fascinante historia tiene un elemento importante a considerar, el trabajo en equipo. Detrás de Juli Soler, Ferrán Adria, la Marketta, existía, existe, un equipo de trabajo, una familia como dice uno de sus ex brigadistas, que hacía que el trabajo en el Bulli fuese una necesidad de estar ahí y no solo de estar por el pago, quizás el fenómeno Bulli, vaya más allá de los Adrià, de los Schilling, quizás el fenómeno Bulli tenga que ver con cosas más allá de lo  gastronómico.

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